El cuero, materia prima tradicional, se procesa desde hace miles de años. El bronceado hace que la piel sea flexible y duradera. Mientras que el curtido clásico utiliza productos químicos agresivos, como el cromo, el curtido vegetal utiliza materiales naturales, como cortezas, raíces y hojas, para que el cuero sea duradero y brillante. Este proceso puede durar de uno a tres meses.

Durante el proceso de curtido, las pieles absorben gradualmente los agentes curtientes vegetales, dando como resultado un cuero de gran calidad y belleza. La mezcla inicial es suave para no dañar la piel y se trata en cubetas con soluciones progresivamente más fuertes. Tras tres meses de fermentación y tratamiento, el cuero se vuelve robusto y duradero. Después reposa unos días antes de utilizarla. La aceleración con productos químicos perjudicaría la calidad natural del proceso de curtido vegetal.

El curtido vegetal difiere fundamentalmente del curtido tradicional, ya que este último requiere el uso de productos químicos. El método más utilizado en la industria de la moda es también el más controvertido: el bronceado al cromo. El cromo se utiliza en aproximadamente el 85% de los procesos de curtido del cuero. Este agresivo proceso químico contrasta con el aspecto natural que suele asociarse a la piel de moda. El uso de sales de cromo no sólo es extremadamente perjudicial para el medio ambiente, sino también para los seres humanos. Sin embargo, sigue siendo el método predominante en la industria textil debido a su rapidez, eficiencia de recursos y rentabilidad.

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